No os extrañéis. Me he permitido el lujo de inventar un nuevo término (o, al menos, eso parece confirmarme Google). Para ser sinceros, más bien he hecho una traducción un tanto libre de un término que ha llegado hoy a mis oídos de boca de una compañera italiana de la DGT. El término en cuestión es interpretazione incrociata.
No hay mucha información sobre esta técnica en Internet, pero al menos he podido confirmar que mi compañera Angela no se ha inventado esta forma de interpretar que, hasta donde yo sé, es un completo tabú. Buscando información (en italiano) sobre la interpretación transversal, he dado con el blog de Andrea B, Tú serás mi voz, que me ha parecido muy interesante. Además, en una de sus entradas, él mismo pone un ejemplo de lo que sería la interpretación transversal.
A mi parecer, para entender el nombre de esta modalidad, tenemos que pensar en un juego de tres líneas como las que he intentado dibujar con mis nociones básicas de Paint:
A refleja el discurso que escucha el intérprete, B la primera interpretación (interna) que se realiza desde la lengua origen hacia la lengua materna y C la segunda interpretación que se realiza desde la lengua materna hacia la lengua meta. Podría decirse que es algo así como una aleación de retour y relé en la que interviene un único intérprete. Toda una acrobacia de la interpretación.
Por supuesto, la fase B se desarrolla (si la interpretación se lleva a cabo con éxito) a una velocidad extraordinariamente elevada. Digamos que el intérprete no se da cuenta de que pasa por la zona B. Desgraciadamente, por muy apasionante que parezca esta técnica, parece ser que requiere mucha destreza y mucha práctica. Los másteres de interpretación de conferencias o las organizaciones internacionales no la contemplan como modalidad, al menos que yo sepa. Por no hablar de lo que opinan de esto los profesores de interpretación... (¡si estáis leyendo esto arrojad un poco de luz sobre el asunto!).
De acuerdo con lo que me han enseñado, la interpretación transversal es algo en lo que simplemente no interesa pararse a pensar. Pero gracias a mi compañera napolitana Angela, hoy he recapacitado y me he dado cuenta de que, seguramente, muchos de nosotros hemos practicado ya la interpretación transversal en mayor o menor grado en alguna ocasión. De acuerdo, quizá interpretar una conferencia utilizando esta modalidad no sea lo más adecuado, ¿pero acaso la interpretación se reduce a las cabinas o a los blocs de notas? Bien sabemos que no.
Recuerdo que cuando trabajé para la asociación juvenil italiana Link, con sede en el tacón de la famosa bota que forma la península itálica, me encontré en situaciones en las que tuve que hacer uso de la interpretación transversal. En la asociación trabajábamos con jóvenes de toda Europa y de la zona mediterránea a través de proyectos internacionales centrados, principalmente, en la cultura y la juventud. Yo interpretaba para los participantes franceses y españoles cuando se presentaba alguna actividad o cuando se exponía algo en público. Del mismo modo, cuando eran ellos quienes intervenían, era necesario restituir su discurso en la lengua local, el italiano.
Por favor, no me imaginéis interpretando como un profesional porque en esos tiempos (hace ya dos años) aún no había estudiado ni una sola asignatura de interpretación. Eso sí, la profesión ya me fascinaba desde entonces. Ese año de Servicio Voluntario Europeo (otra cosa que os recomiendo que consideréis si queréis desarrollar incontables habilidades además de las lingüísticas) me sirvió para crecer en lo personal y en lo formativo, pero eso es otro capítulo.
Lo que quiero decir con todo esto es que la interpretación transversal existe aunque no la queramos ver, y estoy seguro de que muchas personas, intérpretes o no, la utilizan mientras nosotros la ignoramos.
En fin, hoy he jugado un poco al experto investigador. Espero que los expertos y expertas de verdad me perdonen y sepan leer esta entrada sin echarse las manos a la cabeza.
Aprovecho esta entrada para recordaros que el próximo #JCInt tendrá lugar el día 24 de septiembre (este sábado), y que el texto que tenemos que preparar para entonces es Stress And The Interpreter, de Said Shahat. He venido leyéndolo en el autobús cuando volvía a casa del trabajo. Por cierto, creo que en los autobuses públicos belgas debería haber cinturones de seguridad. Cada vez que subo me acuerdo de los típicos toros mecánicos que ponen en la feria.
A los que estéis en Bruselas o a los que penséis venir esta semana, os recuerdo que en el Parlamento Europeo se están celebrando esta semana unas jornadas sobre plurilingüismo. Podéis encontrar más información aquí. Estuve ayer con unas compañeras de la DGT y nos pareció bastante interesante, sobre todo el cóctel de bienvenida. La pena es que, debido a nuestro horario, no podemos asistir a las conferencias de la mañana. Es un buen lugar para hacer contactos con compañeros traductores, intérpretes o lingüistas de todo el mundo. Ayer mismo tuve el placer de conocer a una estudiante de interpretación del Institut Libre Marie Haps de Bruselas. Ella también estudia árabe, así que tuvimos bastante de qué charlar.
Voy a dejar de escribir porque parece que me hayan dado cuerda. Espero no haberos aburrido demasiado. ¡Hasta muy pronto!